Tras el empate, el delantero colombiano fue especialmente crítico con la actitud de Osasuna, al que acusó de interrumpir constantemente el ritmo de juego: «Son temas de los que no puedes hablar. Ustedes saben a qué me refiero. No quiero echar culpas, no quiero hablar del árbitro, pero es verdad que de los últimos 15 minutos se jugaron tres como máximo y eso no puede ser. Trato de hacer el mejor trabajo y no quiero perjudicar, tenemos que seguir enfocándonos en lo de nosotros.»
Cucho reconoció que, pese a todo, Osasuna cumplió su plan: «Cada equipo tiene su forma de salir y jugar y plantear el partido. Están en su derecho de hacer lo que quieran. Le ha salido bien. Han sacado lo que han venido a buscar, un punto. Han perdido tiempo desde el principio, pero son cosas que no podemos controlar'».
Con evidente frustración por el resultado, el delantero explicó el como se siente el vestuario: «Creo que fue un partido en el cual nos vamos sin sabor, nosotros veníamos a ganar, más en nuestro estadio. Da mucha impotencia porque lo luchas, hay cosas que no dependen de nosotros y al final te afecta, pero sin excusa. Vamos a intentarlo hasta el final.»
Pese al tropiezo, el colombiano no pierde la esperanza: «El Betis se caracteriza por resistir hasta cuando menos lo piensas. Vamos a ir hasta el final, tengo mucha fe de que van a pinchar y vamos a estar ahí hasta el final. Hoy era una posibilidad muy grande para estar más cerca, pero creo mucho en Dios, tengo fe y hay algo guardado».
Por último, el colombiano describió el ambiente que se vive dentro del grupo tras el empate: «Es que no hay nada que decir. La frustración que hay en el vestuario, las caras largas y la impotencia de no sumar tres puntos lo dice todo. Este es un equipo que no se conforma y más que un punto fueron dos perdidos. A corregir, a recuperar, que tenemos muchas cargas y ahora viene un partido muy importante».
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