La expedición del Real Betis llegó a Breslavia pasadas las ocho de la tarde, tras un vuelo charter de casi cuatro horas de duración que atravesó toda Europa de Sur a Norte y de Oeste a Este. El Airbus A330-200, con capacidad para 275 plazas, iba lleno a rebosar y al frente del mismo viajó el presidente Ángel Haro, quien dejó claro en el multitudinario canutazo previo en la zona de embarque del aeropuerto de San Pablo, que estamos ante «el partido más importante de la historia del club», que por vez primera desde su fundación en 1907 -ese era el número de vuelo que lo llevó a Polonia- va a pelear este miércoles por un título europeo, ante un coloso como el Chelsea, que ya posee ocho títulos europeos en su palmarés (dos Champions, dos Recopas, dos Copas de la UEFA y dos Supercopas) y quiere convertirse en el primer equipo de Europa en ganar todos los torneos, levantando el de la Conference por el que va a pelear a muerte este Betis
Viajaron todos menos Marc Roca
La primera plantilla al completo -todos menos Marc Roca, que se operó este lunes-, más diez jugadores del filial que durante la temporada han estado a las órdenes de Pellegrini, cuerpo técnico, ayudantes, consejo de administración, ex presidentes como Miguel Guillén, un nutrido grupo de periodistas y algunos familiares, formaban parte de este chárter especial que hizo de avanzadilla del gran desembarco de aficionados béticos que se va a producir entre el martes y el miércoles y van a teñir Wroclaw de verdiblanco para tratar de contrarrestar la marea azul de los londinenses.
En el Wroclaw Stadium se espera la presencia de unos 15.000 aficionados béticos y una cifra similar, o algo superior, de ingleses, pues a pesar de que la UEFA repartió un cupo similar de entradas, poco más de 12.000, a ambos equipos, el Chelsea ha devuelto unas 1.000, pero muchos de sus hinchas ya habían comprado antes en las taquillas de la UEFA viéndose favoritos para estar en la final. Los béticos, en los últimos días, no han parado de buscar entradas, tras agotar todas las facilidades al club, a través de la propia UEFA, la RFEF, distintos patrocinadores o las mismas taquillas especializadas de reventa, por lo que puede darse el caso de que algunos de ellos queden ubicados en zona ‘blue’, tanto en la tribuna de Fondo como la de Preferencia, que son las que se están pudiendo comprar en las horas previas a la gran final, muchas devueltas por invitados de la propia UEFA y sus patrocinadores, que finalmente no han viajado.
Béticos en zona blue, en 1997
En la eliminatoria de la 1997/98 de la Recopa ante el Chelsea ya le pasó algo así a los luego consejeros Juan del Nido y Jaime Rodriguez-Sacristán, que llegó a ser incluso presidente. Compraron por su cuenta entradas en Londres en la zona opuesta a donde estaban los aficionados béticos, y al celebrar con efusividad el 0-1 de Finidi fueron invitados por un par de ‘bobbys’ -policias ingleses- a desalojar su asiento y, cruzando todo el campo por el césped -tuvieron ocasión, incluso, de saludar a Toni Prats al pasar por detrás de su porteria-, fueron reubicados junto a los aficionados beticos que se encontraban tras el banquillo de Luis Aragonés, que los recibieron con una sonora ovación.
Lo Celso es la gran duda
En las filas béticas la principal duda es la presencia o no de Lo Celso en el once titular. El argentino arrastra unas pequeñas molestias musculares desde hace días y en principio no parece que vaya a jugar de inicio -lo haría Abde-, aunque se va a probar en el entrenamiento del martes, al igual que Fran Vieites, que sí apunta a titular. En la rueda de prensa oficial, junto a Pellegrini, comparecerán dos de los capitanes, Bartra e Isco, cuyo regreso a las convocatorias de la selección española fue recibida con alborozo por la mañana durante el entrenamiento por el propio Isco y el resto de sus compañeros, que viajan convencidos de que esta Copa se la van a traer. Los ánimos de los jugadores béticos andan por las nubes y, como los aficionados, están seguros de que esté partido lo van a ganar, unos sobre el césped y otros animando desde la grada, donde sin lugar a dudas se van a hacer notar.
