Durante la semifinal de la Conference de este jueves entre la Fiorentina y el Real Betis se registraron gravísimos incidentes en la grada del vetusto Artemio Franchi, protagonizados por un numeroso grupo de ultras de la afición local, que no pararon de lanzar bengalas explosivas hacia la zona que ocupaban los béticos y llegaron a romper los baños del estadio para lanzar trozos de cerámica que impactaron en varios de ellos. A resultas de los incidentes resultaron heridos de distinta consideración cuatro aficionados béticos, según el primer recuento de los responsables de seguridad, uno de ellos bastante grave, ya que le explotó una bengala en la mano cuando trató de recogerla y lanzarla de vuelta a su lugar de procedencia, con varios dedos seriamente afectados.
Los hinchas de la Fiorentina, en connivencia con la seguridad privada del club y ante la inacción de los carabinieri, la policía italiana, preparó una auténtica encerrona a los más de mil aficionados béticos que se dieron cita en la zona de la afición visitante.
Al poco de comenzar el partido, desde la grada donde estaban los ultras locales en uno de los goles y pese a haber una amplia zona de seguridad, de perímetro con localidades vacías, estos comenzaron a lanzar bengalas explosivas hacia la zona que ocupaban los béticos, uno de los cuales resultó herido de gravedad en la mano al explotarle una de ellas.
También hubo varios heridos por los impactos de trozos de cerámica que los salvajes hinchas locales lanzaron a los béticos, pues a los primeros -habia centenares vestidos de negro que campaban a sus anchas sin que la policía interviniera- se les ocurrió otra cosa que romper los baños que había en el interior del estadio, sin que la seguridad privada de la Fiorentina les impidiera hacerlo, pues los carabineri en Italia no actúan en el interior de los estadios, y lanzar esos proyectiles hacia la zona de los béticos.
El control de acceso de los aficionados béticos fue extremadamente riguroso, con cacheos a todos los que entraban en el estadio, donde no pudieron introducir ni las llaves de sus casas, consideradas objetos arrojadizos, por lo que las tuvieron que dejar en una consigna, así como mecheros y cualquier otro tipo de objeto que portaran.
Más de cien aficionados béticos, algunos de los cuales habían adquirido entradas en las taquillas de la Fiorentina y otros cuyo nombre no coincidía con el del DNI, no pudieron acceder finalmente al recinto y fueron subidos en un autocar que los alejó del Artemio Franchi antes de que comenzara el partido. El club bético había trabajado con la Fiorentina para que estos aficionados pudieran ser ubicados en la grada de la afición visitante pero cuando todo parecía estar resuelto, finalmente la policía italiana lo impidió.
Debido a estos graves incidentes y a los que se produjeron también durante el partido de ida en la zona de la Alameda entre los ultras de ambos conjuntos, es posible que la UEFA dé finalmente al Real Betis algunas entradas menos de las inicialmente previstas -unas 12.000- para la final de Wroclav, con la excusa de que habrá que crear un perímetro de seguridad más amplio en el estadio para evitar incidentes como los que se produjeron ayer en Florencia, donde a los hinchas locales nadie les paró los pies y a los visitantes se les trató con excesivo celo y se les dejó desprotegidos de los ataques de los violentos hinchas locales.
Tan así fue la cosa que los ultras de la Fiore asaltaron el perímetro de seguridad y llegaron a coger una escalera del interior de las instalaciones del club para arrancar varias banderas que tenían puestos los hinchas béticos en su ‘jaula’, e incluso intentaron derribar una puerta para acceder a la zona que ocupaban los béticos, varios de los cuales salieron de las gradas y bajaron a los vomitorios para impedir el acceso por dicha puerta, lo que podía haber dado lugar a una auténtica pantalla campal dentro del recinto.
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